El tratamiento de medicina hiperbárica es aplicable en distintas patologías de diferentes especialidades como traumatología, reumatología, cirugía, neurología, oncología y clínica médica.

Por lo general se trabaja con cámaras de última generación y alta tecnología. Las cámaras que se utilizan se presurizan con aire en vez de gas, consiguiéndose así alcanzar la presión deseada y evitando los riesgos existentes.

La Medicina Hiperbárica es una rama de la medicina que estudia los cambios que ocurren en el organismo sometido a cambios de presión atmosférica como en los casos de buceo y en las personas que reciben tratamiento en cámaras hiperbáricas. El prefijo «Hiper» significa mayor de lo normal y «bárica» hace referencia a la presión barométrica, por lo tanto, «Hiperbárica» quiere decir presión mayor a la presión atmosférica.

Durante la sesión de tratamiento de Oxigenación Hiperbárica, el paciente estará respirando oxígeno puro a través una máscara y en un ambiente presurizado dentro de una cámara hiperbárica.

La sesión de tratamiento en la cámara puede durar entre 60 y 90 minutos, dependiendo de la prescripción médica. Algunas personas pueden notar que se tapan los oídos durante los primeros minutos de la sesión (la presurización) y terminando la misma (la despresurización). Es una molestia similar a la que se siente en un vuelo en avión y debe desaparecer realizando las maniobras que indique el operador de la cámara.

El número de sesiones, así como la periodicidad, deben ser indicadas por el médico que revisará la evolución del paciente. Dependiendo de la patología a tratar, cada paciente necesitará de un determinado número de sesiones.

Es falso que la claustrofobia sea una contraindicación. Las cámaras están provistas de ventanas con una amplia visibilidad y con un sistema de válvulas de apertura y cierre desde el interior, para la tranquilidad del paciente, puesto que se pueden abrir desde dentro. Además, se cuenta con un timbre en el interior para que los pacientes puedan comunicarse con el operador de la cámara.

No es necesario utilizar ninguna ropa especial. Se aconseja utilizar ropa cómoda. Se debe retirar el calzado y se suministran unos cubre zapatos para los pies. Además, se puede acceder a la sesión con aparatos electrónicos como un móvil, una Tablet, un libro, audífonos, etc. La idea es que las sesiones sean lo más placenteras posible. De hecho, la gran mayoría de pacientes aprovechan el momento para relajarse.

Si el paciente es un niño, este puede entrar acompañado por un familiar. En ese caso el niño recibirá el tratamiento a través de la mascarilla y el adulto simplemente será su compañía y soporte durante la sesión dentro de la cámara. El paciente estará vigilado durante la sesión dentro de la Cámara Hiperbárica por un personal especializado, con quien estará en contacto a través de intercomunicadores para responder cualquier duda o reportar alguna molestia.

De manera estricta, no hay ninguna contraindicación a la aplicación del tratamiento de Oxigenación Hiperbárica. Algunas algunas condiciones pueden requerir mayor atención y cuidado, entre ellas la presencia de un neumotórax con mecanismo valvular, la existencia de toracotomías, el antecedente de neumotórax espontáneo, o la hipersusceptibilidad a los episodios convulsivos, así como las enfermedades infecciosas y catarrales de vías respiratorias altas, las dispepsias flatulentas y las sinupatías agudas o crónicas tabicadas. Sin embargo, adoptando todas las precauciones necesarias, estas condiciones pueden ser superadas sin mayores problemas.